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Betsimar Sepúlveda...de mi puño y letra

Betsimar Sepúlveda...de mi puño y letra

CHICO BUARQUE...POÉTICA DEL AMOR Y LA SUBVERSIÓN



 POÉTICA DEL AMOR Y LA SUBVERSIÓN
“…compañero de la euforia y la desventura, amigo de todos los que llegan en segundo lugar, de generosidad sistemática, de silencios elocuentes, de palabras quirúrgicas, de humor agudo, autor de las mejores canciones de amor para la noche, cuyas notas vibran en la punta de los dedos mientras su verbo callejea en la extremidad de la lengua, y es capaz de ponerte el corazón en carne viva…”  Ruy Guerra.
Venido al mundo un 19 de junio de 1944 vio la luz por vez primera en Río de Janeiro, Brasil, acunado en una familia privilegiada e intelectual, su madre la pianista María Amelia Cesáreo, y su padre un eminente sociólogo e historiador bautizaron  a su cuarto hijo con el nombre de Francisco Buarque de Hollanda.  Ya desde niño “Chico” respondió a su amor primero… la poesía, y cómo no hacerlo si recibió a los cinco años la bendición del gran Vinicius de Moraes cuando se reunían a diario en tertulias bajo el cielo de Roma. Tiempo después el viejo Vinicius pondría en su camino una de sus más grandes influencias, Antonio Carlo Jobim.
Pasó su infancia entre la música, la poesía y el fútbol, a los 19 años entra a la universidad y estudia arquitectura, en los jardines, en los pasillos, en la calle, en las tabernas declara abiertamente su pensamiento de izquierda, razón suficiente para ser un objetivo o un elemento de poco fiar y por si acaso, su nombre se archivó en ciertos documentos de Estado.
  Brasil es un país crisol de cultura india, negra, europea y esta rica mixtura vino a parar en una fuente que sería la forma más precisa para describir un país: la música, por aquellos años 50, se gestó un fenómeno de riquísima particularidad, el movimiento de música popular del Brasil, pero que sea Carlos Tena quien defina mejor este movimiento:
“Una manifestación sonora de matices tribales, primitivos, empapada con los aromas de la hoy castigada Amazonía (aunque también de sus metrópolis más célebres), a la que enriquecieron cadencias y ritmos indígenas, amén de las tradicionales folclóricas criollas. Caminando así, entre lo popular y lo erudito, entre lo campesino y lo citadino, esa joya que es la música brasileña, iniciaba su internacionalización con el movimiento conocido como Tropicalismo”
A esta manifestación se sumaron voces y talentos  que hicieron de la samba y el bossa-nova la mejor de las justificaciones para componer piezas de un refinado contenido intelectual, ingenioso juego de palabras se hilaban en un tramado poético muy distante del romanticismo empalagoso y rosado. El ritmo carioca alcanzaba una personalidad propia y auténtica haciendo del contingente de voces. Vinicius de Moraes, Joao Gilberto, Antonio Carlos Jobim, el guitarrista Baden Powell, Elis Regina, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Tom Zé, Joao Bosco, Djavan, Beth Carvalho, Paulinho Da Viola, Milton Nascimento, Maria Bethania, Gal Costa, Maysa Matarazzo, el Quinteto Violado, Ney Matogrosso, Marisa Monte, Nara Leao,   un ejército almado, inteligente, sensible, activista, refugio, trinchera y comando de lo que sería no sólo la resistencia, sino la voz y el rostro de los miles de brasileros que a partir de la aciaga noche del  31 de marzo de 1964 cayeron en las garras del “cóndor” que el presidente norteamericano Lindon Johnson desplegara sobre el coloso del sur como parte de la doctrina de seguridad nacional.
No fue azar ni hecho gratuito que justo en 1964 cuando por un golpe de Estado que le propinara la derecha militar al presidente de pensamiento izquierdista Joao Goulart , empezara a sonar la voz de este joven, en tarimas, colado por la radio, tarareado entre los muchachos del barrio resonaba más fuerte que las marchas de las botas militares, canciones de renovadas melodías, un suave cool jazz flotaba en el aire, letras con un alto sentido del humor, erotismo, nostalgia, intimidad…con técnica de orfebre compuso temas contra la dictadura y la represión sin que la hostilidad y la brutalidad de las charreteras lo notaran, pero como el pueblo es sabio entendió la música de Buarque como su amor a primera vista y convirtió el tema “a pesar de vocé” en el himno del movimiento democrático, después de vender cien mil copias los militares advirtieron que era un tema subversivo fue retirado del mercado y censurado
  http://www.youtube.com/watch?v=R7xRtSUunEY.
Esto lo llevó al exilio en el año 1969, pero regresaría de Italia al siguiente año a insistir en su militancia contra el sistema represor de la mejor manera que lo sabía hacer, compuso temas como “samba de orly”:
http://www.youtube.com/watch?v=rfpjEeK1Jeg
acorda amor”: http://www.youtube.com/watch?v=iMK_Dlah_cY
  “vai pasar”: http://www.youtube.com/watch?v=NI3uiF5Gc4k
 El emblemático “cáliz”  da cuenta de su fino ingenio para encriptar hábilmente los mensajes en el juego de palabras.

Además de componer y cantar sus temas, incursionó en el cine y la dramaturgia, todo era válido para responder a la hostilidad de la guerra fría que arrastraba a toda América Latina al paredón de fusilamiento, a la mortal pesadilla de la tortura, al purgatorio de los desaparecidos, trescientos ochenta y cinco  en Brasil, tres mil en Argentina, treinta mil en Chile, qué importa la cantidad? Pueblos enteros quedaron desmembrados bajo la bota militar por ser considerados sospechosos para el sistema del imperio, años después se les dio amnistía por considerarlos delitos comunes, hoy sigue como una herida abierta y el arte de entonces es el caleidoscopio de la memoria.
A partir de los 80 la censura militar se fue debilitando, ganando terreno las libertades perdidas,  aprovechó para grabar y sacar los temas que no había podido. En 1985  después de cinco marionetas castrenses que fungieron como presidentes, el sistema se desplomó en las urnas electorales y Brasil retomó su camino a la democracia, hoy con Lula tratan de darle rostro y nombre a la historia vetada, la historia que los juglares, bardos y poetas se encargaron de escribir, denunciar, vencer y salvar al mismo tiempo.
 Tiene en su haber cientos de composiciones, en 2005 obtuvo el premio Jabuti por su libro “Budapest”, ha interpretado temas escritos por grandes poetas, ha hecho versiones y adaptaciones para teatro y cine. Su obra es una de las mayores riquezas de la cultura brasilera. 

Construcción es un tema que precisa una nota aparte, un pie de página, una mirada atenta, una letra que describe la jornada del obrero de construcción, obrero de la urbe, de la vida, un hombre del proletariado, con su mujer, sus hijos, su esperanza en la dignidad que le da el trabajo, un hombre de carne y hueso, que ama, que bebe, que llora, que construye para otros...por él, por los suyos, él arriba sobre un andamio, abajo la indiferencia, la ciudad y su ritmo acelerado, paranoico, corazones de oropel marchando según el sistema le exige. Este hombre cae del andamio y muere en la calle “entorpeciendo el tráfico”.  Además de una letra humana, sensible, atenta a la carne y el sentimiento que hay en cada ser que se debate entre las ocho y más horas para llevar el pan a su familia, es absolutamente admirable la forma como construye el poema, a su vez  es obrero de la palabra, va armando las frases según el movimiento del albañil, sigue segundo a segundo el ritmo de aquel hombre, le hace un zoom a cada paso que da, a cada expresión, a cada movimiento, a cada sentimiento…porque sabe que así retrata el ser auténtico de los millones de hombres que cada día nos encontramos en la fila para tomar el bus, en los altos andamios de la ciudad, los invisibles, los marginados, los de a pie, los “mano de obra”.

Él va pegando palabra a palabra, va armando los versos para luego desmontarlos y reconstruir sobre el cimiento común…sin perder sentido, al contrario., con cada palabra que desmonta y reconstruye gana sentido, enriquece la obra,  hace más claro el paisaje de la favela, del barrio de la comuna, de sus hombres y mujeres, como buen arquitecto y artista edifica para recrear, para reunir en un mismo espacio lo humano, el concreto, el amor, el proletario, la fe, la urbe, la subsistencia, el desasosiego,  la sociedad, las normas, la burocracia, la sumisión, el hambre, la dignidad, el tránsito, la indolencia.  Tumba y pega bloques, palabras, emociones que hacen de “construcción”  la forma más hermosa y poética de darle rostro al albañil, a la prostituta, al campesino, a la secretaria, al bocado humano que traga la ciudad y su voraz sistema.

http://www.youtube.com/watch?v=WsdFvPQj9m4

"Caballo de sambista, alquimista, trovador, mundanas, ojos profundos, suspiros nómades, el alma a la deriva. Sepan, Él no existe, es una ficción; inventado porque es necesario, vital, sin el cual Brasil sería más pobre, estaría más vacio, sin semana, sin ladrillos, sin apunte, sin construcción".  Ruy Guerra.

Betsimar Sepúlveda
E-354567






CONSTRUCCIÓN.


Amó aquella vez como si fuese última
Besó a su mujer como si fuese última
Y a cada hijo suyo cual si fuese el único
Y atravesó la calle con su paso tímido
Subió a la construcción como si fuese máquina
Alzó en el balcón cuatro paredes sólidas
Ladrillo con ladrillo en un diseño mágico
Sus ojos embotados de cemento y lágrimas

Sentóse a descansar como si fuese sábado
Comió su pan con queso cual si fuese un príncipe
Bebió y sollozó como si fuese un náufrago
Danzó y se rió como si oyese música
Y tropezó en el cielo con su paso alcohólico
Y flotó por el aire cual si fuese un pájaro
Y terminó en el suelo como un bulto fláccido
Y agonizó en el medio del paseo público
Murió a contramano entorpeciendo el tránsito

Amó aquella vez como si fuese el último
Besó a su mujer como si fuese única
Y a cada hijo suyo cual si fuese el pródigo
Y atravesó la calle con su paso alcohólico
Subió a la construcción como si fuese sólida
Alzó en el balcón cuatro paredes mágicas
Ladrillo con ladrillo en un diseño lógico
Sus ojos embotados de cemento y tránsito

Sentose a descansar como si fuese un príncipe
Comió su pan con queso cual si fuese el máximo
Bebió y sollozó como si fuese máquina
Danzó y se rió como si fuese el próximo
Y tropezó en el cielo cual si oyese música
Y flotó por el aire cual si fuese sábado
Y terminó en el suelo como un bulto tímido
Agonizó en el medio del paseo náufrago

Murió a contramano entorpeciendo el público

Amó aquella vez como si fuese máquina
Besó a su mujer como si fuese lógico
Alzó en el balcón cuatro paredes flácidas
Sentose a descansar como si fuese un pájaro
Y flotó en el aire cual si fuese un príncipe
Y terminó en el suelo como un bulto alcohólico
Murió a contramano entorpeciendo el sábado

Por ese pan de comer y el suelo para dormir
Registro para nacer, permiso para reir
Por dejarme respirar y por dejarme existir
Dios le pague

Por esa capa de grasa que tenemos que beber
Por ese humo desgracia que tenemos que toser
Por los andamios de gente para subir y caer
Dios le pague

Por esas vidas que un día nos van a escupir
y por las moscas y besos que nos vendrán a cubrir
y por la calma postrera que al fin nos va a redimir
Dios le
pague 

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